La palabra comunicación proviene del latín comunicatio su origen significa compartir algo, poner en común, es por tanto mediante la comunicación que las personas establecemos un diálogo a través del cual fluye nuestra profunda simpatía del sentir amoroso hacia el otro y es también mediante la comunicación que intentamos comprender a la otra persona, por ello para comunicar nuestro amor y comprender al otro necesitamos vivir sin conflictos en el aquí y ahora.
La realidad que observo y que todos podemos observar, supera e incluso suprime el significado de la palabra comunicación, ya que en la mayoría de ocasiones aunque mujeres y hombres creen que en su relación están comunicándose lo que realmente están haciendo es enfrentarse; puedes observarlo en cafeterías, en la calle, en cualquier centro, en las series, en el cine: uno de ellos dice algo, el otro ni escucha o quizá lo interpreta mal, luego sigue que no se ha querido decir eso, el otro intenta justificar lo que se ha querido decir, que si pensabas que, que si yo ya sabía lo que querías decir y sigue y sigue, estos patrones no son de comunicación, son de debate, de pugna, son patrones generadores de conflicto en una relación, que en principio, está basada en el amor. ¿Extraño verdad? que una relación basada en el amor se exprese bajo un patrón de comunicación conflictivo, pero además si esa comunicación conflictiva se perpetua, el fluir del amor será bloqueado, todos observamos parejas sentadas en una mesa, en el cine, en la calle, seres aislados uno del otro donde ya no existe indicio alguno de comunicación ni amorosa ni de debate.
La comunicación amorosa es cuando dos personas real y auténticamente intentan entenderse, incluso en muchas ocasiones no son necesarias las palabras, si no existe ese compartir algo, poner en común, aquello no es comunicación.
Discutir, pelear, debatir, se da entre cabeza y cabeza, y entre cabeza y cabeza el amor no existe ni se comunica, porque el amor no surge de la cabeza, del intelecto, ni se comprende a través de la lógica racional. Muchas personas creen conocer el amor a través de su aproximación intelectual, existe una desconexión con su corazón que es difícil evidenciar y aceptar, si esa vía se instaura, la de la cabeza, la de la mente como patrón de comunicación amorosa, la relación generará conflicto y dolor.
Vivimos en un mundo materialista, donde se da primacía a la imagen y a las falsas apariencias, primacía a la mente sobre el corazón, aunque saques fotos sonriente tú o con tu pareja, aunque ello te de un impulso día a día, un autoengaño para continuar, si tu comunicación amorosa es de cabeza, de debate, de esfuerzo, tarde o temprano vendrán los conflictos, podemos llamarlos si quieres conflictos amorosos pero en realidad eso no son conflictos amorosos, son conflictos de comunicación que se pueden evitar aprendiendo a comunicar.
Si profundizas en la comunicación con tu pareja, de corazón a corazón, si aprendes, cada vez te costará menos entender al otro, ahí es donde tienes la llave que te abrirá las puertas a la felicidad.