Las películas muestran princesas y príncipes, mujeres y hombres que se casan y como todo es tan bonito, el vestido, la fiesta, el lugar de la ceremonia, imaginamos que la historia que vivirá esa pareja a partir de ese momento será feliz.
En las películas románticas y no tan románticas muchas veces ese el fin, el matrimonio, pero son películas, invenciones hechas a medida para entretener, para hacerte soñar y lo cierto es que esas películas se transforman en sueños que muchas personas persiguen creyendo que eso es el amor.
Después de ayudar a muchas mujeres y hombres en multitud de conflictos de pareja he llegado a la conclusión que en realidad la verdadera historia de cualquier pareja empieza con el matrimonio o cuándo van a vivir juntos ¿porqué? porque al principio, cuando te enamoras, siempre ofreces al otro tu mejor cara y escondes aquello que no te gusta, muestras como en las fotos de Instagram tu mejor perfil, tu mejor versión y eso no es tu totalidad, es sólo es una faceta.
Es fácil mostrar la mejor cara, el mejor perfil, la ilusión de casarte o ir a vivir juntos empieza a ser una realidad en el instante siguiente al que sucede, cuando te has casado y estás viviendo juntos, en el día a día, caen las caretas y empiezan las dificultades, surgen los sufrimientos internos de cada uno y afloran conflictos.
Al amor se le otorga una responsabilidad que no le corresponde, la responsabilidad de que en virtud de la existencia de ese “amor” los conflictos, las dificultades se solucionaran, como si el amor fuera un contrato y así, en la mayoría de casos y con la mejor de las intenciones, las parejas continuan con esa inercia sin hacer nada.
Bajo la creencia de que el amor todo lo solucionará poco a poco va surgiendo en la pareja algo nocivo y pasado un tiempo, cuando ya es tarde, uno o los dos sienten que ya no existe amor y que el otro no es quién creía era.
Cuando te casas o te vas a vivir juntos ves muchas caras del otro y también surgen las tuyas, ves todas sus facetas y sufrimientos y eso no es fácil al principio, si quieres que tu día a día no sea una sorpresa y tu relación tenga éxito es importante que desde principio de la relación seáis compañeros, estar uno cerca del otro, mostrarse, intimar, sacar las máscaras, pedir ayuda para resolver los conflictos y dificultades.
Si existe el amor entre vosotros el punto importante del éxito de vuestra pareja y del matrimonio será saber tomar acuerdos, parece cosa sencilla ¿verdad? pues te diré que en realidad si observas la mayoría de parejas la toma acuerdos consiste en la imposición de la voluntad de uno sobre el otro de forma clara y directa o manipulando de forma indirecta la situación y eso no es precisamente tomar acuerdos entre los dos.
Si te relacionas con tu pareja y manipulas o impones acuerdos conseguirás lo que pretendes, pero al mismo tiempo cada uno de esos acuerdos impuestos o manipulados serán la gota que día a día erosione tu relación.
Al tomar acuerdos con tu pareja, actúa siempre desde esa calidad del ser que se encuentra en tu interior: el amor, la confianza, el respeto y la cooperación se mostraran de forma espontánea surgiendo el mejor acuerdo para los dos, ahí radicará el éxito de tu relación.